La celebración de la fiestas navideñas se acerca y con ella la
elección de los juguetes.
Con el paso
del tiempo, el rechazo hacia los juguetes bélicos poco a poco va avanzando, pero el grado de sexismo va en aumento.
Esta diferencia por sexo es atribuida por los medios de comunicación, las
compañías jugueteras y por las familias en general.
Esto limita el desarrollo
de la personalidad de nuestros niños y niñas porque les asociamos un papel determinado de acuerdo con su
género.
El color
rosa o el azul no está implícito en nuestros genes ; no
existen los juegos sexistas por sí solos. Continuamente reproducimos los roles
de género y multiplicamos los estereotipos sobre lo que es propio de los
hombres y de las mujeres.
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